¿Qué es la energía solar?
La energía solar se puede captar a través de células fotoeléctricas (que conforman los paneles fotovoltaicos que todos conocemos), heliostatos o colectores solares, que posteriormente la transforman en energía solar térmica (a través de la temperatura) o energía solar fotovoltaica (a través de la luz). También puede aprovecharse de forma pasiva con técnicas de arquitectura bioclimática y sostenible, como veremos a continuación.
La energía solar es una de las fuentes de energías renovables más fáciles de producir, especialmente la solar fotovoltaica, lo que está haciendo que se esté extendiendo su uso en las zonas climáticas con más horas de sol, no es una excepción, aunque todavía tenemos mucho margen de mejora para seguir transformando la energía procedente de fuentes no renovables (petróleo o carbón).
Electricidad: A través de los paneles fotovoltaicos, se puede convertir en energía eléctrica. Estos paneles están formados por materiales que, combinados con otros como el fósforo, pueden generar cargas negativas y positivas y crear electricidad. Cuando los fotones de los rayos solares excitan a los electrones, se mueven hacia las cargas positiva y se produce la corriente eléctrica.
Calefacción y calor: Los paneles solares están formados por unos espejos parabólicos que absorben los rayos solares y los dirigen hacia un punto particular que suele ser un tanque de agua. Esta se calienta y fluye hasta los hogares para que pueda ser usada de diferente manera: ducha, cocina, calefacción.
Generar frío: Aunque parezca mentira, la energía solar se puede utilizar también para crear aire frío, al modo de los aires acondicionados. Se trata del llamado “frío solar”, una alternativa sostenible que se consigue mediante el proceso anterior añadiendo a los paneles solares un material que absorba el calor para transformar el aire cálido en frío.
Riego artificial: Para los sistemas de riego en jardines, zonas de cultivo o parques, se pueden usar bombas de agua solares que facilitan la extracción y el transporte de grandes cantidades de agua gracias a la electricidad que se produce por los paneles solares fotovoltaicos que tienen conectados.
La energía solar fotovoltaica consiste en obtener directamente la electricidad a partir de la radiación solar. Esto se consigue gracias a la instalación de paneles solares fotovoltaicos, que cuentan con células de silicio que transforman la luz y calor del sol en electricidad. Igual que en el caso de la solar térmica, estos paneles o placas solares pueden instalarse tanto a nivel doméstico en edificios y casas, como en grandes instalaciones, las conocidas como plantas fotovoltaicas.